Los objetos encierran múltiples significados a la espera de que alguien centre su mirada en ellos para descubrirlos, algunos se descubren en el presente, pero otros son desvelados en el futuro.
Con esta idea el artista francés Marcel Duchamp inventa el concepto de Ready Made para describir el proceso de nueva significación que adoptan los objetos cotidianos cuando son descontextualizados de su entorno.
Una noción trasgresora que pretendía eliminar la frontera entre lo artístico y lo utilitario para dar prioridad a la verdadera visión del autor. Así, lo vemos en algunos de sus Ready Mades más conocidos, “Rueda de bicicleta sobre un taburete” o “La Fontaine”.
Estas lecturas desplazadas de Duchamp no sólo permanecieron en el campo de lo artístico. También encontraron su hueco en el mundo de la arquitectura a través de conceptos como el del reciclaje y sostenibilidad o por medio de obras y proyectos arquitectónicos construidos durante toda una época.
Ése es la caso de las viviendas DDU desarrolladas por el ingeniero, diseñador e inventor Richard Buckminster Fuller. Una propuesta que nace en 1940 durante un viaje por el Estado de Missouri donde Fuller divisa unos silos de trigo de la empresa Butler Manufacturing Company.
Al ver los bidones de almacenamiento de trigo, Fuller pensó que su bajo coste y sus dimensiones hacían de ellos un espacio idóneo para albergar a una familia. Así, bajo estos planteamientos, comienza a desarrollar su proyecto Dymaxion Deployments Units, para adaptar los recipientes a un modelo de casa barato.
Un plan ambicioso y futurista que vio obligado a cambiar tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Las características de la propuesta de Fuller: bajo coste, facilidad de montaje y desmontaje, movilidad, etc. despertaron el interés militar por este tipo de vivienda e hicieron que las DDU se construyesen como refugios de emergencias para los militares.
Estas viviendas circulares ejecutadas en acero galvanizado mejoraban las condiciones de habitabilidad de las construcciones militares de su época. En el interior optó por ventanas circulares que permitían la entrada de luz natural y hacían el espacio más acogedor. Finalmente, para el aislamiento Fuller se decantó por paredes laminadas de fibras de vidrio mientras resolvía la ventilación mediante un sistema novedoso basado en el efecto cúpula consistente en colgar del vértice del techo un ventilador.
Se puede concluir que los DDU de Fuller, supieron plasmar la idea de Duchamp de que los objetos adquieren un nuevo significado cuando se les aparta de su contexto, dejando constancia además de que arte y disciplina son conceptos que muchas veces van de la mano.
Si quieres conocer qué ocurrió con los DDU de Fuller, y conocer otros casos de Ready Mades en la arquitectura podéis saber más en el libro Proyectos Encontrados.
[…] muy ligadas a las afecciones y sentimientos. Un planteamiento que le llevará a la defensa de los Ready Made como […]