Lisboa desolada por el terremoto de 1755, debe resurgir de sus cenizas y alzarse como una nueva ciudad, más fuerte y vigorosa. Para ello, la ciudad debe olvidar el horror y mirar hacia al futuro.
Esta Lisboa debe mezclar el encanto y la historia pasada, con la fuerza y el ímpetu propio de una ciudad que ha sabido sobreponerse a una situación adversa.
El marqués de Pombal tiene este concepto claro, y en la reconstrucción de Lisboa, lo que hace es aplicar las ideas del pensamiento ilustrado que parten de Francia, al tiempo que innova en el método de construcción, con el fin de forjar una Lisboa potente y robusta capaz de hacer frente a los infortunios. El método elegido por Pombal para esto, es la Gaiola, una técnica de construcción antisísmica.
La Gaiola o jaula, es una estructura móvil de tres dimensiones hecha de madera, no es visible desde el exterior al estar incrustada en las paredes de mampostería. Esta forma constructiva se basa en un marco de madera, normalmente de roble o encina, que en lugar de apoyarse en los muros de carga, se fundamenta como elemento independiente, autoportante y flexible.
Los materiales que lo componen, la articulación de sus piezas, su capacidad de resistir la compresión y la tensión le convierten en un elemento capaz de absorber las acciones y los desplazamientos en caso de terremotos. La intención de este método constructivo es evitar que ocurra de nuevo la situación desoladora en la que quedó Lisboa, una ciudad en ruinas, con más de 60.000 personas fallecidas.
Así lo importante y trascendental de la Gaiola es su función protectora, pues salvaguarda a las personas y sus bienes en el interior de una edificación cuando se produce un terremoto. La intensidad de un seísmo puede llevar al desplome de las fachadas de los edificios, pero gracias a la estructura de la Jaula, lo que no ocurrirá es que las casas se derrumben.
La Jaula, es un invento de urbanismo que se le atribuye a Pombal. Un forma constructiva innovadora y eficaz que perduró bien entrado el siglo XX, aunque es bien cierto que con el tiempo ésta se alejaría de su razón de ser original como estructura contra los seísmo, pero que también fue fundamental en otra situación catastrófica sufrida por Lisboa, el incendio de Chiado de 1989.
Si queréis saber más sobre la Gaiola, y otros métodos constructivos innovadores y precursores, podéis leer más en Lisboa. La Ciudad de Fernando Pessoa.