Descripción
La vida del arquitecto Mariano Garrigues Díaz-Cañabate recorre prácticamente todo el siglo XX, larga, por tanto, y fructífera, pero sin ruido, discreta, entregada a sus dos pasiones, su familia y el ejercicio de la profesión.
Como tantos arquitectos de su generación, nunca tuvo especial interés porque su obra se hallara presente en los medios, y eso explica su general desconocimiento y su endeble posición ante las alteraciones que ocasiona el tiempo, hasta el punto de que gran parte de sus edificios hayan sido drásticamente transformados.
Titulado en junio de 1928 y colegiado en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, dos meses después de su constitución, inmediatamente reflejará en sus proyectos sus muchos conocimientos, siendo patentes las referencias anglosajonas, como en el proyecto de bibliotecas infantiles con el que ganó, junto a Gabriel de la Torriente, el Premio Nacional de Arquitectura, y también nórdicas. Piénsese en la sede del Banco Exterior de España, la construcción de la Embajada de los Estados Unidos o la Casa de Suecia, «un edificio de futuro», como en estas páginas escribe su discípulo y colaborador Federico Melendo.
Por eso, conscientes del significado del trabajo de su progenitor, que habían ido descubriendo principalmente tras su muerte, acaecida el 26 de marzo de 1994, la familia Garrigues Carnicer decidió dar un primer paso para su valoración, donando el archivo profesional del arquitecto a la Fundación Arquitectura COAM, con el fin de ponerlo al servicio de la investigación y difundir su legado.
No obstante, desde ese mismo instante, sus hijos entendieron que había que ir más allá, comprometiéndose con la realización de un estudio científico que situara la obra de Mariano Garrigues en el lugar que merece dentro de la historia de la arquitectura madrileña y española, fruto de lo cual es este libro coordinado por Eduardo Delgado Orusco.
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